(foto por NRK P3)
Esto de reinvindicar a New Order con cada nuevo de disco de pop á la new wave es pan de cada día: pareciera ser que cualquier banda con sintentizadores se cuelga a ese carro y copia descaradamente las formas de los ingleses. Cut Copy no es la excepción... ni siquiera con su vanagloriado In Ghost Colours (Modular, 2008) podrían sacarse de encima el peso que significa revivir un sonido - "modernizándolo" - a costa de un descarado sampleo creativo. Debería existir una advertencia en todos estos discos para que, con tanta expectativa acumulada, no decepcionen al descubrir en ellos falta de riesgo o, ya bueno, originalidad.
Quizás no debería sorprender tanto: muchos de estos proyectos no perduran por más de un año (o dos) y están hechos sólo con el objetivo de quemar calorías y consumirse rápidamente. Más ahora que hay un target de público al que estos proyectos están apuntando: flúor, pitillos, zapatillas de diseñador y poleras apretadas. No digo que esté mal - muchas veces he caído en ese juego, incluso hoy en día - pero sí que hay otras maneras de acercarse a este target, tomando más elementos, ingresándole más riesgo, realizando mezclas con otros estilos y e intentar crear algo nuevo. A modo de ejemplo, ahí donde Crystal Castles - uno de mis favoritos de este año - son todo riesgo y por momentos, vanguardia, Cut Copy insiste en fórmulas aburridas y de "oreja fácil". Me consuelo pensando que en un tiempo más nadie se acordará de ellos... pero aparecerán nuevos proyectos (¿Little Boots? ¿Passion Pit?) que nos harán preguntarnos cuanto "riesgo" o "novedad" hay en la música - especialmente la de baile - hoy en día.
Cut Copy - "Hearts on fire" (vía Musicunderfire)
Esto de reinvindicar a New Order con cada nuevo de disco de pop á la new wave es pan de cada día: pareciera ser que cualquier banda con sintentizadores se cuelga a ese carro y copia descaradamente las formas de los ingleses. Cut Copy no es la excepción... ni siquiera con su vanagloriado In Ghost Colours (Modular, 2008) podrían sacarse de encima el peso que significa revivir un sonido - "modernizándolo" - a costa de un descarado sampleo creativo. Debería existir una advertencia en todos estos discos para que, con tanta expectativa acumulada, no decepcionen al descubrir en ellos falta de riesgo o, ya bueno, originalidad.
Quizás no debería sorprender tanto: muchos de estos proyectos no perduran por más de un año (o dos) y están hechos sólo con el objetivo de quemar calorías y consumirse rápidamente. Más ahora que hay un target de público al que estos proyectos están apuntando: flúor, pitillos, zapatillas de diseñador y poleras apretadas. No digo que esté mal - muchas veces he caído en ese juego, incluso hoy en día - pero sí que hay otras maneras de acercarse a este target, tomando más elementos, ingresándole más riesgo, realizando mezclas con otros estilos y e intentar crear algo nuevo. A modo de ejemplo, ahí donde Crystal Castles - uno de mis favoritos de este año - son todo riesgo y por momentos, vanguardia, Cut Copy insiste en fórmulas aburridas y de "oreja fácil". Me consuelo pensando que en un tiempo más nadie se acordará de ellos... pero aparecerán nuevos proyectos (¿Little Boots? ¿Passion Pit?) que nos harán preguntarnos cuanto "riesgo" o "novedad" hay en la música - especialmente la de baile - hoy en día.
Cut Copy - "Hearts on fire" (vía Musicunderfire)
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