I wanna eat your face.

i. Punch-Drunk Love es, hasta el momento, la película que más me ha gustado en la vida. El otro día la pillé cuando estaba terminando y me volví a re-enamorar de los colores, la historia, la trama bizarra, los pequeños e ínfimos detalles y, más que nada, de Barry Egan (interpretado por Adam Sandler). Fue tanto ese re-encantamiento que volví a reconsiderar la posibilidad de recuperar ese nombre como mi "nombre artístico" al momento de ser DJ.

ii. Uno de los momentos más memorables que tiene la película - y del cual me enteré mientras revisaba la extinta página personal de Paul Thomas Anderson (director de esta película y de Magnolia, entre otras) - es cuando Barry Egan, en un acto de furia (y amor), golpea un mapa de EEUU que se encuentra en la muralla de su oficina y se ve la palabra LOVE en sus nudillos heridos. Creo que representa exactamente la manera en como me siento ahora.

iii. El título de esta entrada proviene de otra escena memorable. Es similar a la anterior, donde la rabia y el amor se tornan equivalentes. La escena, por este lado.


iv. Hoy día me bajó la cuestión y desempolvé el "Dolittle" de Pixies para ponerlo en la casetera
del equipo en la casa. Qué gran disco: fresco, rockero, imprevisible. Con letas caóticas, surrealistas, mutantes y, en fin, varias cosas más. Y a pesar de que muchas de las letras parecen no tener sentido, en un día como hoy, hay varias canciones de ese disco que me hacen sentido. Acá, van algunas:

"Hey" - Pixies (vía 4AD)
"Monkey Gone to Heaven" - Pixies (vía Berkeley Palace)
"Wave of Mutilation" - Pixies (vía Berkeley Palace)

1 comentarios:

Anónimo dijo...

la otra vez la pillé en el cable, debe haber sido la misma ocasión que la tuya y la verdad es que me dejó con sentimientos opuestos, por una parte no me gustó (por esa tónica de el eprsonaje sicológicamente débil, como de eterno resplandor..., que está como repetida), pero por otra parte quedé con gusto a poco y esa sensación siempre me gusta en las películas y en la música...

saludos!