Las cosas que debería hacer (y no hago).


Hace frío y sé que debería abrigarme un poco más: estoy con un resfriado asqueroso hace dos semanas y justo hoy, cuando creía que se estaba terminando, hace mucho frío y a mí se me ocurre no ir abrigado a mi maldito campus, donde siempre hace más frío.

Estoy fofísimo, más que de costumbre: me prometí ir a la piscina de la Universidad este semestre para ganar un poco de masa muscular (si, suena cómico) pero con lo del resfrío y el comienzo de las clases, no lo he hecho, dejándome estar nuevamente. Al menos podría salir a andar en bicicleta.

En las vacaciones se me rayaron increíblemente los lentes: tengo que llamar los lunes al SEMDA a eso de las 8:30 pero me da una paja increíble despertarme tan temprano para pedir hora. Claro, tengo que asumir los dolores de cabeza que tengo en la tarde, luego de haber ocupado los lentes que me hacen forzar, aún más, la vista.

Sin embargo, lo más importante es que todos los días debería a decirle a ella lo mucho que la amo, para lograr que sonría un poco más.

2 comentarios:

José Ignacio Stark dijo...

me sumo a este movimiento desinteresado de flojera invernal que nos consume lentamente. ojalá no me coma las ganas de levantarme y estudiar como en la primavera pasada.

Anónimo dijo...

...decirle a ella lo mucho que la amo, para lograr que sonría un poco más.

pobre ella, dime, ahora con que podrà sonreìr?
=(
ah si claro, se me olvidaba, ese ya no es tu problema.

(otro post q leeràs en 500 años mas ;D)