Nadie conoce a Stephen Merritt.

El título del día de hoy es cierto. Cuando le menciono a alguien "cuerdo" (no, freaks musicales no cuentan) si conocen a Stephen Merritt me dicen "¿Quién es ese?". Cuando les digo que es el compositor más importante de los 90, me dicen "Y sí es tan importante ¿por qué nadie lo conoce?". Cuando les digo que nadie lo conoce, porque solo escuchan lo que sale en la radio, me dicen "Pfff... pero eso es mentira. Al final todo suena en la radio".

No he leído tantos libros como la mitad de los pseudo-intelectualoides-post-adolescentes de mi generación, ni tantos libros de filosofía y sociología como los revolucionarios-post-modernos-anarkistas que circulan en tantos lados. Tampoco he escuchado tanta música como los musicológos-indie-alternativos-que-odian-esa-clasificación y, menos aún, he visto tantas películas como todos los cinéfilos-de-culto-amantes-del-arte-pero-no-del-cine-arte-¿me-entiendes?.

Pero conozco a Stephen Merritt y he escuahdo muchos buenos discos de sus proyectos. Y sé que él puede escribir 69 canciones de amor, y seguir escribiendo sobre el amor, sin perder el sentido (o el sinsentido) de lo que significa esa palabra y ese sentimiento.

No quiero ser periodista. Nunca lo voy a ser.